jueves, mayo 10, 2007

De andares y pasarelas en las estaciones del metro

De Observatorio a Cuauhtémoc, de Cuauhtémoc a Pino Suárez y de nuevo a Insurgentes; y de Insurgentes a Tacubaya... En la que sea, de estación en estación podemos observar toda una diversidad de formas de caminar. Diversos estilos se imponen en la antesala de los vagones del metro. El público cautivo es fiel testigo de ese ir y venir y es jurado principal de esa enorme pasarela. Sin pretender hacer un ensayo en torno a las formas de caminar, observemos sólo algunas, las más encontradas y las más aplaudidas.

El atleta: Este tipo de personas, atraviesan las estaciones del metro corriendo, atropellando a cuanto cristiano se les ponga en el camino. Ya sea en botas, en tacón, en chanclas o tenis, estos atletas del metro se encuentran siempre en competencia con el tiempo.

Las pati pamí: Maestras de la osadía, este tipo de chicas utilizan los pasillos que conectan las estaciones como pasarela de moda. Se contonean, paran las pompas y mueven su figura de manera “sensual” al estilo patí pamí, atrayendo la mirada de los “jueces” que caminan a su alrededor. Con esta forma de caminar se puede observar también la moda en la ropa de dichas chicas, que se enfoca principalmente a micro minifaldas, pantalones entallados que dejan ver su ropa interior y blusitas pegadas al cuerpo.

Los paciflorinos: Este tipo de personas utilizan las estaciones del metro como una especie de parque subterráneo, en el cual pueden caminar de la manera más relax que uno pueda imaginar. Mientras los atletas pasan corriendo a su lado, llevándose, si no es que aventando a los paciflorinos con la velocidad de sus pies, los paciflorinos caminan contemplando paredes, negocios y ventanales, pareciera que hacen un estudio detallado de cómo entra la luz solar por el techo y de cuáles son las causas de que las escaleras eléctricas de pronto no funcionan en estaciones como Constituyentes o Mixcoac.


Los rockeros: Este tipo de personas, principalmente chavos, caminan por las estaciones del metro, llevando el ritmo de la música que escuchan en la cabeza o en las manos. Se mueven como si estuvieran en pleno concierto de rock y su andar es intermedio, es decir, ni van aprisa ni estorban el camino como los paciflorinos. Este tipo de andares se pueden observan principalmente en la línea verde, CU – Indios Verdes.

Los de trenecito: Principalmente gente de la tercera edad que camina lento, pero seguro (que llegan) Podemos encontrar este tipo de personas pegadas al lado derecho de los pasillos que conectan dichas estaciones.

Con complejo de grúa: Generalmente madres de familia que llevan de la mano a sus niños. La mayoría arrastra a sus pequeños en su afán por llegar pronto a su destino. Su caminar se ubica en el estándar intermedio.

Los extraviados: Uno puede descubrir este tipo de andares fácilmente, ya que generalmente quienes se ubican en este estilo del caminar ven para todos lados, buscando algo en el nombre de las estaciones. Su andar entra en la clasificación de los paciflorinos.

No hay que olvidar a ese tipo raro de chavos que, aunque no caminan, pasan horas y horas sentados en las estaciones del metro, principalmente en el pasillo de abordar, pegados siempre a la pared; o a esas otras personas que esperan a alguien en la señal generalizada: debajo del reloj. Ambos tipos significan también personajes esenciales en las estaciones del metro del Distrito Federal.
Mi andar se ubica entre los atletas y los rockeros, siempre ando a la corre y corre pues el tiempo no me alcanza. Entre la escuela de los niños, llegar a casa y encontrar un empleo, el tiempo siempre hace de las suyas con mi tiempo... es algo complejo, y para correr a gusto, siempre traigo puestos los audífonos, escuchando a los Red Hot Chili Peppers, Ramstein o música que me invite a correr, porque si uno no corre en esta gran ciudad, corre el riesgo de que la marea de gente se lo lleve.

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